En la inspección inicial analizamos minuciosamente todas las imperfecciones del neumático, se extrae el material incrustado o contaminante (vidrio, piedras, clavos u otro). En esta parte del proceso identificamos los puntos que precisan ser reparados y se determina si la carcasa es apta para ser renovado.

En el proceso de raspado a través de una maquina de alta tecnología, retiramos el restante de la banda de rodamiento, así el neumático queda con la dimensión y textura perfecta para la aplicación de la nueva banda de rodamiento.

En el proceso de escareado las areas dañadas son limpiadas y preparadas, removiendo el oxido en la carcasa para la aplicación de los materiales de reparación.

La aplicación del cemento garantizará la perfecta adhesión entre el neumático, ligación y la banda de rodamiento. Las áreas preparadas son rellenas con caucho, nivelándolas con la superficie del neumático.

Posterior al cementado se incorpora un material de reconstrucción y relleno llamado cojín el cual cubrirá la superficie de la carcasa, para aplicar sobre este una nueva banda de rodamiento la que devolverá al neumático las condiciones de uso.

En la vulcanización, se introduce el neumático en un cobertor (envelope) antes de ingresarlo a un equipo autoclave. Donde se controla el tiempo, la temperatura y presión. En este proceso el caucho cojín pasa del estado plastico a un estado elástico, promoviendo fuerte unión entre el neumático y la banda de rodamiento.